Entre los servicios, el agua es quizás el más básico e indispensable de todos. Más aún si se tiene en cuenta la situación de pandemia que vivimos, donde el lavado frecuente de manos es una de las herramientas más valiosas que tiene el ser humano para evitar contagiarse de covid-19. Sin embargo, hay un sector de Yerba Buena que no dispone de agua corriente las 24 horas del día pese a que el reclamo lleva ya alrededor de medio siglo.
Las quejas de los vecinos de El Corte son permanentes. No solo llevan presentadas cientos de notas en la Sociedad Aguas del Tucumán, en el Ersept y en cuanto organismo podría llegar a resolverles el problema, también enviaron en reiteradas ocasiones cartas al director que han sido publicadas en las páginas de este diario.
El problema -afirman quienes viven en El Corte- tiene casi 50 años. Ni siquiera el vecino más longevo de la zona tiene registro de que alguna vez haya salido agua de la canilla con absoluta normalidad durante un día completo. Y si bien la situación mejora o empeora de acuerdo con la época del año y con la sequía que se presente, en general disfrutan del servicio de agua corriente un promedio de cuatro horas al día. Y esos breves momentos tienen que ser aprovechados para llenar cisternas y prepararse lo mejor posible para afrontar el resto de una jornada sin ese recurso.
La semana que pasó, los usuarios de ese lugar volvieron a aparecer en este medio, ya cansados de tanto trámite en oficinas que no brindan una solución definitiva, para denunciar que la escasez de agua empeoró y que hay días enteros que están sin servicio. Aseguran que son conscientes de que ellos también deben poner de su parte y que eso los ha acostumbrado a llevar una vida adaptada al ahorro de ese recurso. Así, afirman que suelen higienizarse y lavar la vajilla con rapidez, sin desperdiciar un solo chorro. Tampoco utilizan mangueras ni suelen dejar canillas abiertas ante ningún descuido. Pero con eso no alcanza.
Tras un estudio técnico, los vecinos supieron que existen principalmente tres factores que inciden en este problema: el primero es la captación del agua, que debido a la sequía actual resulta insuficiente; el segundo es la distribución del recurso, que debe abastecer no solo a El Corte sino a gran parte de Yerba Buena; y el buen o mal uso que se haga del servicio. Y a eso hay que sumarle una característica no menos importante y es que la población de la zona ha crecido de manera significativa en el último tiempo, por lo que una misma cantidad de agua debe alcanzar para cada vez más familias.
“La situación está agravada por la sequía, que según informan los expertos es la peor de los últimos 20 años. Las dos tomas hídricas que abastecen la locación son el acueducto de Anfama y el río Piedra, y este presenta además un aporte más bajo del tradicional”, detalló el titular de Ersept, Santiago Yanotti.
“Sabemos que no es cuestión de echarle toda la culpa a la SAT”, admiten los vecinos. Y remarcan que no quieren que cada vez que alzan su voz todo quede en la queja y no pase nada. Contaron que por el momento circula un camión de la SAT para llenar las cisternas y así apaciguar la falta de agua, pero advierten que con eso no alcanza. Lo que quieren son soluciones a largo plazo, que ellos y sus hijos puedan vivir sin tener que programar a qué hora van a disponer de agua en las canillas.
“Esto es una solución paliativa y a corto plazo hasta que llueva y se logren concretar las obras estructurales que están en proceso”, aseguró Yanotti. Los vecinos ruegan que esas obras estructurales no sean, otra vez, una promesa sin cumplir.